PROCESO DEL 9 AL 9



El siguiente documento contiene la propuesta que del proceso “Del 9 al 9, quiéreme bien, herédame la paz” para el año 2018. Esta propuesta contiene reflexiones, de todo el equipo que conforma el proceso, sobre cuestionamientos alrededor de la paz, la reconciliación y las juventudes. El ejercicio reflexivo se ha hecho pensando en el momento histórico que está viviendo el país, tras la firma de los acuerdos con la guerrilla de las FARC-EP, una apuesta por la paz como cultura, una pregunta sistemática por qué significa paz y finalmente una pregunta por las juventudes en la sociedad contemporánea y sus características.

En el contexto actual colombiano, la paz es un tema en las agendas de varias organizaciones, instituciones y colectivos. Y también es un tema recurrente en la circulación de información, sin embargo, parte de estas reflexiones que, como Del 9 al 9, hemos tenido, ha sido volver el tema de paz un tema que no solo implique un conocimiento teórico (de cara a lo que proponen autores como Lederack), político o jurídico (aludiendo a los acuerdos con la guerrilla y a lo que tiene que ver con su judicialización); sino también, un conocimiento cotidiano y espiritual. Lo anterior ya es un reto, y se convierte en uno mayor cuando a esto le sumamos la apuesta por los jóvenes, por la movilización y por la transformación para construir un país diferente.

La anterior reflexión nos ha llevado a interesarnos en construir un diálogo alrededor de la relación entre paz y cotidianidad. Es decir, la forma en como la paz se vuelve un tema cotidiano, pero también es una pregunta por la responsabilidad de los individuos de este país y los problemas sociales que aparentemente no tiene que ver con ellos.

Un diálogo, por la paz y la cotidianidad, no sólo interpela a los individuos en sus singularidades o en sus vidas privadas, es un cuestionamiento por la relación entre la realidad individual y la realidad colectiva o social, en la que no solo aparecen otros humanos, sino que también aparecen otros seres no-humanos (Ulloa: 2005).


Una pregunta por la cotidianidad no se queda en la cotidianidad, es una pregunta por la sociedad y por la manera cómo funciona contemporáneamente, es decir, cuáles son las características de esta. El sociólogo Gilles Lipovetsky (2008), ha caracterizado este momento de la sociedad occidental por ser una sociedad de exceso de consumo y a su vez exceso de individualismo. Si bien, se alcanza a hablar de una superación de modernidad, el autor está en desacuerdo con esta afirmación por lo que destaca que en la sociedad contemporánea lo que hay es una acentuación de las características de la modernidad; es decir, no hay una superación del capitalismo, sino una sofisticación del mismo (Lipovertsky y Charles: 2006.) Es una sociedad donde el capitalismo se ha sofisticado llegando a los escenarios más privados de los individuos generando en estos como mayor preocupación su propio bienestar y la búsqueda de la felicidad por medio del consumo. Lo que ha dado lugar a individuos que, aunque interesados en problemas sociales y ambientales, están muy preocupados en su propio bienestar y felicidad. Esto nos coloca de cara a una sociedad aislada de individuos, levemente preocupados o interesados en lo que suceda alrededor.

Situación similar fue anunciada por el padre Francisco de Roux S. J. frente a la actitud de los jóvenes, y en general de los colombianos, de cara al momento histórico que vive el país. Tras vivir numerosas experiencias directas con el conflicto armado en Colombia, el padre ha podido resaltar la indiferencia como una actitud muy común, esta se nutre en el individualismo. En ese sentido, pensar en la paz, en los jóvenes y la cotidianidad; resulta en una propuesta de transformación social, cultural e incluso ambiental.